Me apetece leer la novela de Ray Lóriga Ya sólo habla de amor. Quiero redescubrir a este autor que hace unos años aun sintiéndome yo bastante moderna (contemporánea más bien) me parecía demasiado moderno y que hoy ya, a fuerza de tiempo, me parece más cercano (desde el punto de vista generacional). Pero sobre todo deseo leer Ya sólo habla de amor en un momento en que no quiero hablar de amor (o no todo el rato) y en el que no empezaría (eso creo) una novela de amor necesariamente, aunque sí con algo de amor (porque entonces, ¿de qué escribir? ¿de muerte?), justamente por haber escrito ya más de una novela de amor (y más cosas, pero sobre todo de amor).
miércoles, 28 de enero de 2009
martes, 27 de enero de 2009
Probablemente
Asistí con indiferencia a las primeras noticias sobre la campaña atea en los autobuses. Pero reconozco que la palabra "probablemente" es un acierto. Elegante, inteligente y nada impositiva, el probablemente quita rudeza a la expresión completa: "Probablemente Dios no existe". Ha habido réplicas cristianas, como es sabido. Quizás falte una posición intermedia: "Posiblemente Dios sí exista". Sugiere cierta perplejidad, cierto deseo. Es posible. Lo otro, que no, es probable. ¿Quién puede saberlo? Torrente Ballester aseguraba con humor que los días pares creía y los impares no, o viceversa. Es razonable, y tiene un por si acaso. En medio, cada uno con su libertad puede construirse su espiritualidad. La ética, religiosa o no, puede ser también insobornable o vacía. Depende.
sábado, 17 de enero de 2009
Música blanca/ Carmen Laforet
Cristina Cerezales, hija de Carmen Laforet y escritora, además de pintora en la primera parte de su vida, ha publicado un libro no sólo sobre su madre, sino desde ella misma, desde la voz desdoblada de hija que sabía de la autora de Nada lo que probablemente nadie sabía. Música blanca, que así lo titula, recorre la vida de Laforet desde la mirada de la hija, desde el final al principio, desde ese silencio físico y vital en que se sumió la escritora cuando decidió no ya dejar de escribir sino escapar de sus limitaciones y circunstancias.
Cuando escribí Mujeres de la posguerra (Planeta 2002) uno de cuyos ejes centrales gira en torno a Carmen Laforet, publiqué casi toda la vida de la autora, al menos casi toda la vida que yo conocía. Y lo que no escribí fue porque no lo sabía o porque no estaba segura de si lo sabía. Ahora Cristina escribe lo que sólo ella puede ofrecer al lector. Desde la cercanía y la media distancia que le proporciona el doble hecho de que Carmen Laforet y su marido, Manuel Cerezales, de quien se separó en la segunda parte de su vida han muerto, rescata a su madre del olvido y de las interpretaciones y hasta ensaya su voz, que en el texto aparece entrelazada y diferenciada de la suya. Los que aman a CLaforet encontrarán mucha música, blanca casi siempre, pero no por ello menos intensa, en esta obra firmada por su hija y editada por Destino.
Cuando escribí Mujeres de la posguerra (Planeta 2002) uno de cuyos ejes centrales gira en torno a Carmen Laforet, publiqué casi toda la vida de la autora, al menos casi toda la vida que yo conocía. Y lo que no escribí fue porque no lo sabía o porque no estaba segura de si lo sabía. Ahora Cristina escribe lo que sólo ella puede ofrecer al lector. Desde la cercanía y la media distancia que le proporciona el doble hecho de que Carmen Laforet y su marido, Manuel Cerezales, de quien se separó en la segunda parte de su vida han muerto, rescata a su madre del olvido y de las interpretaciones y hasta ensaya su voz, que en el texto aparece entrelazada y diferenciada de la suya. Los que aman a CLaforet encontrarán mucha música, blanca casi siempre, pero no por ello menos intensa, en esta obra firmada por su hija y editada por Destino.
jueves, 8 de enero de 2009
Rembrandt / Otro final
El Prado lo anunció: el 6 de enero terminaba la exposición de Rembrandt. Pero, al parecer, la exposición expiró exactamente a las 14 horas. En la tarde del 6, día de Reyes, un puñado de almas asomó por el Museo, pero éste, a pesar de estar iluminado por dentro y por fuera, permanecía cerrado a cal y a canto. ¿Tiene sentido ir a una exposición en las últimas horas previas a su cierre? Sin duda. Aunque sea sólo para ver dos cuadros. Pero al elegir la fecha del 6 como final, ¿se estaba diciendo que la fecha límite era realmente el 5? Tal vez. Una fecha imposible, por cierto, porque era el día de llegada de Reyes y de la compra de regalos familiares. Por el contrario el 6, una vez cumplido con el ritual de regalar y de que los niños estuvieran ya con sus juguetes, prometía un descanso, un paréntesis, un museo.... Pero el final fue otro.
Otro final es una sugerente colección de 451 Editores para recrear películas e historias conocidas. Una de las más emblemáticas es la de Casablanca: ¿qué hubiera ocurrido si ella se hubiera ido en el avión con Bogart y no con el héroe? Un nuevo final para viejas e imprescindibles historias. Lourdes Ventura y otros narradores son los encargados de dar otra vuelta de tuerca a los finales establecidos.
Otro final es una sugerente colección de 451 Editores para recrear películas e historias conocidas. Una de las más emblemáticas es la de Casablanca: ¿qué hubiera ocurrido si ella se hubiera ido en el avión con Bogart y no con el héroe? Un nuevo final para viejas e imprescindibles historias. Lourdes Ventura y otros narradores son los encargados de dar otra vuelta de tuerca a los finales establecidos.
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