martes, 23 de noviembre de 2010

Soledad Puértolas, académica


Tuve el privilegio (de la amistad) de escuchar su discurso en la tarde del 21 y de asistir por primera vez al ceremonial que conlleva entrar en la RAE. Dos académicos (José Luis Borau y José María Merino) fueron a buscarla fuera del sálón y la escoltaron hasta la tarima. Después del discurso de la académica y de la respuesta de Merino, el director le impuso la medalla (que había llevado ya su antecesor, Antonio Colino) y tomó posesión del sillón g minúcula. Una tarde de domingo feliz.
De todos modos, con Puértolas solo hay cinco mujeres (una de ellas todavía electa). A ver qué pasa con las dos vacantes que quedan...

domingo, 21 de noviembre de 2010

Soledad Puértolas y María Moliner

Felicidades a Soledad Puértolas por su ingreso esta tarde en la RAE. Escucharemos con placer su discurso sobre los Personajes secundarios del Quijote.
Día de alegría y de alguna nostalgia: la ausencia, incomprensible, de María Moliner en esta institución. La autora que definió de nueva planta muchas de las obsoletas voces del DRAE no entró en el 72. Una injusticia´.
Desde hace unas décadas la puerta de la RAE se ha abierto o entreabierto a las mujeres. Hoy, la aragonesa y gran narradora Soledad Puétolas nos recordará el poder de las palabras y, en algún momento, algunos evocaremos también a esa otra aragonesa ausente, Maria Moliner.

martes, 7 de septiembre de 2010

"Tierra desacostumbrada" y otros recuerdos del verano


Leí este verano Tierra desacostumbrada, de Jhumpa Lahiri, y corroboro las buenas críticas vertidas sobre este conjunto de relatos. El mejor, sin duda, el primero. Y todos los demás emocionantes.


Y leí con interés diversos artículos de opinión en EL PAÍS (de William Lyon y Ricardo Lezcano respectivamente, ambos con fondo histórico) y en el Abce (un comentario del teólogo Olegario González de Cardedal sobre Carmen Laforet, desde una perspectiva diferente a la habitual) y, por diferentes motivos, no me defraudaron.


Este último, dedicado a evocar la espiritualidad de Laforet, me ha hecho recordar a Montserrat Sarto, experta en literatura juvenil y con un fondo religioso marcado. Pronto hará un año que murió. La conocí siendo yo una adolescente, al ganar un premio de relatos promovido por una revista que ella dirigía, Genial. Montserrat Sarto era, en la España de los setenta, alguien que se interesaba por lo que hacía la gente joven y, si se trataba de algo relacionado con el periodismo o la escritura, siempre estaba dispuesta a dar ideas o a "encauzar", como entonces se decía, esas aficiones. Había tan pocas oportunidades por aquel entonces que la recuerdo como uno de esos adultos que, al margen de sus ideas, un joven merece conocer, si quiera fugazmente.

domingo, 1 de agosto de 2010

Citas de la galería Dionis Bennassar

Por las prisas, la inmediatez de las obligaciones diarias y la prioridades ineludibles, no he recogido hasta la hora la cita que la galería madrileña Dionis Bennassar recoge de mi novela AÑOS EN FUGA (El Acantilado). Tan inesperada como bien elegida, la reproduzco.

"Concluida la única tarea que le había sido asignada, Elsa buscó su ración de soledad y se encaminó hacia los linderos de la huerta, junto a los setos donde crecían, mortalmente heridos, los desnutridos cerezos. Se afianzaba en ella la necesidad de construirse un espacio interior que ni la lluvia ni la tormenta pudieran oxidar o deformar. Una conciencia propia en la que guardar alguna clase de serenidad que le permitiera estar al abrigo de coyunturas exteriores(…) que turbaran una paz tan duramente conseguida"

sábado, 24 de julio de 2010

TIEMPO DE VIDA


Muy acertado el título. Y la historia, plagada de dificultades y trampas emocionales, también. Marcos Giralt Torrente ha escrito un libro con el que inicia su etapa de madurez como escritor. Acaba de publicar la ficción de una relación muy real: la que mantuvo con su padrs, o la que éste tuvo con él. Todo ello desde una perspectiva literaria. Tiempo de vida es un libro importante que aúna intimismo y narración.

domingo, 27 de junio de 2010

Pessoa, Canetti, Zambrano, Nemirovsky


Fernando Pessoa, Clarice Lispector, Katherine Mansfield, Fante, Elias Canetti. Los tengo cerca, basta extender el brazo. Y no tan lejos Nemirovsky, Duras, Zambrano, Jhumpa Lahiri... ¿Puede sentirse alguien más acompañado, sobre todo si ese alguien ama la lectura?

domingo, 6 de junio de 2010

"El viaje divertido" de Carmen Laforet


¿Por qué se tiende a deducir que una creadora que abandona su actividad o que desarrolla una obra limitada no tenía en realidad talento? Y, por el contrario, si es un creador, se explica que no tenía más que decir o incluso que cayó en el abismo pero nunca se discute su valía, y se le sigue considerando un genio o un autor de culto?


La editorial Menoscuarto ha reunido ahora un conjunto de novelas cortas de Carmen Laforet que y habían sido publicadas en anteriores ediciones. Son historias de los años cincuenta y en ellas se respira el olor a hollín y las carencias económicas de la época. "El viaje divertido" es la más lograda, la que mejor retiene y hereda el estilo sugerente y contenido de "NADA". Son estimables también "La llamada", "Los emplazados" (en la misma línea intensa que la anterior a pesar de su comienzo humorístico), El noviazgo (lleno de sutilezas psicológicas) y "La Niña".

jueves, 6 de mayo de 2010

¿Tiempo de silencio?



Estoy leyendo una biografía del autor de Tiempo de silencio , el escritor Luis Martín-Santos y algunas páginas resultan apasionantes. El biógrafo ha elegido un estilo ágil en el que va trufando opiniones y testimomios de gente que le conoció. Es decir, más que una elaboración del personaje, lo que nos da es un conjunto de facetas, un personaje poliédrico. Hoy he llegado al momento en que se recoge el testimonio de una amiga íntima que le conocía desde la adolescencia. Y ella misma explica que precisamente por conocerle tan bien, era la menos indicada para desvelar ese saber, esa intimidad. Y le muestra al autor de la biografía, José Lázaro, uno de los cuadernos íntimos que conserva de Martín-Santos. Lo primero que se lee es esta advertencia: "Se ruega, si alguien llega a cogerlo, que tenga la honradez de no leerlo". Pues eso. No siempre se puede contar o se debe contar todo lo que sabe.
En periodismo, y cuando se trata de una información relevante de un personaje público, sí que es lícito contar lo que se sabe, con respeto, desde luego. Pero en literatura, o cuando se realiza una biografía, ¿hasta dónde se puede desvelar la intimidad del biografiado? Es complejo, sin duda. En una biografía se debe intentar llegar hasta el fondo, pero hay, claro está, algunos límites, como no detenerse en los detalles secundarios que, sin embargo, resultan hirientes. Además, hay personajes y personajes: no todos aman por igual la desmitificación y el escándalo. ¿Tiempo de silencio? No, ese pasado gris quedó atrás, por fortuna. El riesgo es ahora el opuesto: hablar demasiado.

Carmen Laforet, por ejemplol era muy secreta, y por tanto su existencia fue discreta de puertas para afuera. Se atribuye a Laforet un misterio para explicar su huida de la escritura, ese momento en que escribir era un suplicio. Ese misterio, como tal, no existe, aunque ella sí era misteriosa y secreta. Se bloqueó porque eran muchas las contradicciones que había asumido y no podía darles salida literaria. Ser ágrafa, vagabundear y dejar de escribir, fue un alivio. Todos sabemos a cierta edad que tenemos que jugar con las cartas que tenemos, y no con las que soñamos. Laforet lo supo y como escribió a Josefina Aldecoa, en un momento dado prefirió ser lectora y posponer o abandonar la escritura. Estaba en su derecho.

martes, 27 de abril de 2010

De visita por la web oficial de Carmen Laforet



He descubierto hoy en una de mis exploraciones online la página oficial de Carmen Laforet. Buena iniciativa. No sé desde cuando está en la red, pero algunos epígrafes están en construcción y desearía ver crecer esa página. En ella encuentro, junto a fotos de Laforet, una de su madre, Teodora, que tanto marcó su vida con su ausencia (falleció cuando Carmen tenía 13 años)y otra de sus abuelos maternos, los de la calle Aribau, el escenario familiar que sirvió a la escritora para situar Nada. Una novela en la que Carmen Lafort no sólo adoptó el papel de narradora sino de observadora, un doble punto de vista que le permitió acertar de forma plena. A partir de ahí llegó el éxito inesperado y no digerido: Nada pasó de ser una obra honda y fluida a convertirse en un fardo, ya que la autora no volvió a gozar de tanta libertad para crear. Y al mismo tiempo nunca supo gestionar su popularidad ante los medios. ¿Se atrevería hoy Carmen Laforet a estar en Facebook?

La página principal (http://www.carmenlaforet.com) se abre con esta observación de la autora: "Si uno es escritor, escribe siempre, aunque no quiera hacerlo, aunque trate de escapar a esa dudosa gloria y a ese sufrimiento real que se merece por seguir una vocación."

domingo, 25 de abril de 2010

Lo que leo, lo que quisiera leer


Leemos porque no podemos evitarlo, es decir porque nos gusta. Es imposible leerlo todo, y más en estos tiempos en que se puede estar leyendo por placer, o por trabajo, o en función de algún interés. Además de algunos ensayos, estoy leyendo Quemar los días, de Salter, y Tierra desacostumbrada(difícil traducción) de Jhumpa Lahiri. Y quisiera leer Dublinesca (Vila-Matas) y Verano de mi admirado Coetze. Ya veremos, porque a veces el azar y la escasez de tiempo se cuela en tus propósitos.


LA PROSA DIARIA. Estoy bastante de acuerdo con el artículo de Andrés Trapiello en EL PAÍS de hoy. Es triste que, a pesar de la transición y de la ley de Annistía del 77, no se haya realizado aún una catarsis para integrar a todas las víctimas de la Guerra Civil en unas solas víctimas de la barbarie y la insensatez nacional. Me refiero a las víctimas que cayeron en el campo de los sublevados y vencedores y las que combatieron o defendieron la legalidad republicana y que aún no han sido reconocidas ni enterradas de forma piadosa. Es increíble que haya quien se moleste porque haya familiares pidiendo un entierro digno (cuando se pida por la familia y sea posible) y es indignante que se diga que hubo víctimas (y verdugos) en ambos lados no para apiadarse de todos sino para justificar que no se honre a las víctimas de la República. La Iglesia (jerarquía) y la derecha no franquista tendrían que haber liderado junto con la izquierda este reconocimiento de todas las víctimas que una un poco aguada Ley de la Memoria histórica intenta llevar a cabo a una velocidad tan lenta como irritante.
Por otra parte, no hay que olvidar que tras la victoria, el régimen siguió persiguiendo, encarcelando, condenando sin garantías e incluso matando a gente diversa sólo por haber apoyado la legalidad republicana o por no haberse sumado a los sublevados (que por cierto se rebelaron contra las libertades y la legalidad vigente). Necesitamos mirar con serenidad a nuestra historia y con humanidad y comprensión a la locura de nuestros antepasados(y el sufrimiento que generaron en quienes no quisieron la guerra y la padecieron)

sábado, 3 de abril de 2010

Ante todo, una estrella y un barco

Un buen barco y una estrella para guiarlo. Lo pidió K. Mansfield y me lo pido hoy yo también. No siempre los buenos barcos y las estrellas coinciden...
Recuerdo, además, que K. Mansfield es una escritora que ilumina, que incita a escribir a quienes ya lo hacen o quieren hacerlo. Clarice Lispector también. Y en otra medida y dimensión Enrique Vila-Matas...
David Grossman es otro de los autores contemporáneos con un universo literario esclarecedor. Además, comprometido con su tiempo. No es de los que preconizan la guerra para ir a la paz. La paz la quiere ahora para que el presente no sea un infierno que imposibilite además el futuro.

martes, 23 de marzo de 2010

¿Quién fue Antonio Rodríguez Moñino?

Centenario de Antonio Rodríguez Moñino, mecenas que en la posguerra facilitó que publicaran relatos escritores como Alcolea, Rafael Sánchez Ferlosio y C. Martín Gaite. Y amigo de gente que hablaba poco y hacía mucho, como María Moliner.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Maruja Mallo casi total



Magnífica la retrospectiva de la reina del suarrealismo, de la Maruja Mallo buscadora de oscuridades y excrementos, o de verbenas y sueños, depende. Varias épocas convergen en esta artista total que se convirtió en nómada tras la Guerra Civil, que volvió a su país casi de hurtadillas y que ahora se nos ofrece con fuerza en la Academia Real de San Fernando, en Madrid hasta el 4 de abril.



Y más arte. Visité la retrospectiva de Maruja Mallo hace unos días y ayer asistí a la inauguración de VISIONES NÓMADAS de FERNANDO VERDUGO en la galería May Moré, en Madrid. Más de dos años de trabajo y un conjunto de obras potentes en el piso superior y otras de pequeño formato, quizás más íntimistas, en la planta baja.

sábado, 6 de marzo de 2010

Cien años con permiso para estudiar

La Universidad y diversas instituciones celebran estos días el decreto de 1910 que permitíó la incorporación de las españolas a los estudios superiores. Deberíamos conmemorarlo todos... Y recordar a pioneras como Concepción Arenal y María Goyri en el camino hacia la igualdad en el saber...

lunes, 22 de febrero de 2010

Fin de semana de arte

Arco es un acontecimiento y una cita. Merece la pena visitar la Feria, aunque sea a cierta velocidad, como un paseo en el que se hacen algunas, pocas, paradas. Hubo una época en que la cita era una fiesta, se quedaba con amigos para ir a la inauguración, y la atmósfera mo defraudaba: era una novedad más entre tantas novedades. Ya esa emoción pasó (al menos para algunos) y ahora puede bastar un recorrido a medio día para evitar aglomeraciones.
Pero además, Arco en sus fragmentaciones, o en sus esquinas, ha creado o ha dejado crecer otras ferias o celebraciones de arte que han hecho de Madrid una capital aún más poliédrica. En el palacio de Congresos de Castellana ha abierto una Feria más pequeña y asequible, Dearte, atracción no menor para quienes no se limitan a Arco. Una feria para acercarse un rato sin alterar otros planes, por su proximidad y con autores jóvenes y frescos como Blanca Orozco. Además, otras ferias encuentran año tras año su identidad, como Art Madrid, otra cita a tener en cuenta en la Casa de Campo. Y alguna más. Todas caben. Los ojos no se cansan de la belleza, y la crisis empuja al coleccionismo de precios ajustados.

sábado, 20 de febrero de 2010

El exilio literario interior de las escritoras del siglo XX Exilio literario



Una revista, Letras Libres, pidió hace unas semanas a cuatro críticos que seleccionaran los 25 libros del siglo XX más significativos. Surgieron así cien títulos, muchos de ellos imprescindibles. La sorpresa que más de uno se ha llevado es que sólo se citan tres obras de mujeres en toda la lista. De cien, tres. ¿No es sospechoso, extraño o como quieran definirlo? Nada importa que los críticos sean hombres, ya que a fin de cuentas han sido los elegidos por la revista, y ésta no tiene por qué elegir hombres y mujeres para equilibrar. Lo curioso es que esos crítico se haya olvidado de Rosa Chacel, de Mercè Rodoreda, de Ana María Matute, de María Zambrano... Es increíble. En esta lista, está, cómo no, Ortega. Y Gómez de la Serna. Dos autores con los que Rosa Chacel tiene connotaciones estéticas. Pero eso no importa. Tampoco que Zambrano sea una discípula, aunque heterodoxa, del "Maestro" (Ortega). Por la misma razón no se valora la voluntad de estilo de Rodoreda. Cuesta pensar que todo eso se ignore. Como cuesta creer todo haya sido una casualidad.

martes, 9 de febrero de 2010

James Salter y otras maneras de quemar los sueños y los días


Me hablaron a principios de año de James Salter y quien lo hizo fue lo bastante convincente para que quisiera leer ya La última noche.
No lo he hecho aún porque no es lo mismo la realidad y el deseo y en nuestras vidas hay muchas vidas y muchos libros. En literatura siempre hay algún autor o libro que descubrir a pesar de saber que nunca se leerá todo lo deseable ni mucho menos lo que suscita curiosidad. Hoy tengo en mis manos Quemar los días , la obra del mismo autor que circula ahora por nuestras librerías y siento emoción.
Es difícil mitificar alcien por cien a determinados autores, aunque es cierto que en cada edad surgen afinidades electivas. Cada persona es un mundo y no a todos nos llega un libro o un autor en el mismo orden. Valorarmos de pronto la narración total que apenas deja respirar al lector porque en otro tiempo quizás nos gustó Henry James;o nos atrae el intimismo de Clarice Lispector o Katherine Mansfield porque no hace mucho nos saturamos de Cormac Mccarthy... O al revés.

Cada edad, no hay duda, nos hace encarar el entorno de una forma distinta. La imagen que tenemos de nosotros mismos, o de ese relato sobre nosotros que podríamos hacer también experimenta cambios. Juventud e idealismo parecen ir juntos, al ser una etapa unida a una concepción eminentemente moral de la existencia. En esos años el filtro moral lo sopesa todo: el fracaso se ve como una humillación y una pérdida íntima, el mal se enjuicia desde postulados casi religiosos y el dolor adquiere a veces tintes heroicos. Sufrir una injusticia o una ruptura, o ser acusado falsamente de algo nos acarrea ante todo un sufrimiento moral. En la madurez, ese mal o esa injusticia no son entelequias morales: existe ya una experiencia, la vida tiene ya la perspectiva de acumular pérdidas y ganancias y además del coste emocional, sufrimos el coste real, el que tiene rostro y consecuencias: quien sufre una injusticia en el trabajo, o es víctima de algún atropello económico sabe que eso tiene una dimensión tangible y material. Quien se ve abocado a un pleito no buscado o tiene que responder de algo de lo que no es responsable, no sólo se detiene a pensar en el daño moral sino en ese préstamo bancario que debe pedir para no dejar sus hijos en la estacada o para defenderse ante la justicia. Por supuesto los principios siguen ahí y la dimensión moral permanece (si existió alguna vez) pero ya no basta con llorar o sentirse ofendido. Se necesita resistir.
LA VIDA, COMO LA LITERATURA QUE NOS INTERESA, CADA VEZ SE HACE MÁS COMPLEJA.

jueves, 28 de enero de 2010

Soledad Puértolas, a un paso de la Académica


La Real Academia de la Lengua vota hoy la candidatura de la escritora Soledad Puértolas. Las votaciones, esta tarde a las ocho. No hay candidatura alternativa. Aun así hay que esperar.

viernes, 15 de enero de 2010

El infierno, el mal... Y como contraste, la razón poética de M. Zambrano

El infierno es ahora Haití. La Naturaleza es cruel y ciega. Ejerce el terror en sus formas más devastadoras. Indigna, por tanto, que el mal tenga tantos aprendices e imitadores, gente que teniendo ojos y siendo libres dediquen su vida a la destrucción. ¡Queda tanto por hacer!Me lo decía a los dieciocho años, seguí diciéndomelo en la década prodigiosa de los ochenta y lo sigo pensando hoy. Aunque ya no sepa si tiende sentido expresarlo. Si incluso queriendo cambiar el mundo (para bien) las cosas andan mal (o regular) ¿qué sentido tiene desperdiciar la vida haciendo conscientemente el mal?



Éste es uno de los años María Zambrano... Continúa la producción editorial. Ana Bundg, Clara Janés y alguna joya más que nos ha dejado Ullán alimentan la razón poética de la (no tan) discícula de Ortega.