martes, 29 de abril de 2008

Las fuentes del pacífico

"He cumplido todos mis sueños". Lo dijo el otro día Fernando Alonso, pero lo podría haber afirmado cualquier otro que hubiera triunfado joven. Una afirmación agridulce en cuanto que reconoce haber logrado un éxito que va más lejos tal vez de lo soñado, a la vez que indica que el riesgo de quedarse sin horizontes demasiado pronto. En el fondo, un espejismo, porque el futuro está lleno de retos, curvas, emboscadas y sorpresas, y el triunfo no tiene por qué ser algo lineal ni predecible.
A algunos escritores que conocieron el éxito con primeras novelas iconos, ese temprano triunfo les intimidó o les coartó para el futuro. Pero en literatura, como en otros campos creativos, experimentar o buscar caminos nuevos es mayor signo de vitalidad que encaramarse en el ya logrado triunfo.
Muchos otros, sin embargo, desde la colina del primer reconocimiento han sido capaces de escalar otros, sin darse tregua. Desde su legendaria Belver Yin, Jesús Ferrero ha seguido explorando y publicando nuevos mundos. La última novela, ya a la vuelta de la esquina, la publicará en los próximos días. Su título, Las fuentes del Pacífico, a punto de salir y que por tanto no he leído, nos llevará, probablemente, a nuevos escenarios muy prometedores.

lunes, 21 de abril de 2008

Escribir. Corregir. Escribir

¿Es más creativo escribir la primera versión? ¿O la última? Las versiones intermedias, las correcciones, son sólo restos orgánicos de historias imposibles, abandonadas, amortajadas?
Es el eterno dilema: ¿se escribe sólo cuando se escribe, cuando se dispone de ese tiempo por delante para llevar a cabo lo soñado, o también cuando se respira y se piensa en esa historia por escribir, cuando se hacen pausas y la futura escritura se enriquece?
O dicho de otro modo más crudo: ¿Se escribe cuando no se puede o no se tiene tiempo para escribir (ficción) pero se escribe de otras cosas, en ocasiones ajenas a la literatura? El último premio Alfaguara ha dado una respuesta sugerente al ser preguntado sí podía vivir de la literatura: "No, de la literatura no, pero por fortuna, sí puedo vivir de la palabra escrita". Puede ser periodismo, puede ser incluso publicidad. En definitiva de la palabra y las palabras.

martes, 15 de abril de 2008

NIñas dadas en matrimonio

Costumbres, tradiciones, ignorancia, pobreza...El caldo de cultivo que alimenta tanta injusticia es diverso, pero las causas no pueden convertirse en excusas. Niñas de diferentes culturas son vendidas o cedidas por sus propios padres para ser esposas (o esclavas) de hombres mayores que en vez de una mujer lo que tienen es una secuestrada o una mascota, un objeto. Una niña de 12 o 14 años entregada al matrimonio, generalmente a un hombre maduro es una aberración. Debemos apoyar a las mujeres y niñas víctimas de tales abusos, debemos ayudar a los hombres de esos países a que comprendan que liberarlas a ellas de ese yugo temprano les libera también a ellos.
Niñas vejadas, usadas, ultrajadas, maltradas en suma. Y en el mejor de los casos, si tienen la suerte de dar con un buen hombre, convertidas en madres prematuras cuando su naturaleza aún no está del todo desarrollada, cuerpos ajados y envejecidos, silenciosos, asustados...
Aunque por fortuna, a veces prende en ellos la justa rebelión, como el de esa pequeña de Yemen que ha pedido auxilio a la justicia.
Qué rabia siento cuando hay gente dedicada a atacar Educación para la ciudadanía, siendo tan necesaria la tolerancia y la solidaridad con las minorías. Gente dedicada a causas estériles o violentas habiendo tantas otras tan ineludibles.

lunes, 14 de abril de 2008

Doris Lessing/¿La última rebelde?

Hace unas semanas un semanal dedicaba a Doris Lessing la portada y titulaba: La última rebelde. Dentro, una entrevista con la ahora Premio Nobel. Ha llovido mucho desde que escribió El cuaderno dorado y sus novelas de raíz africana y feminista. ¿La última rebelde? Esperemos que no. Es curiosa la evolución literaria de algunos escritores. Mantenerse en una misma línea puede ser complicado o incluso síntoma de inflexibilidad. Por otra parte, la literatura es riesgo y tiene poca gracia iniciar una nueva novela para repetir fórmulas ya probadas. En general, además, uno/a hace la obra que puede y no sólo quiere hacer. Lessing, entre otros méritos, ha indagado en sus novela en el alma de hombres y mujeres y en la riqueza y miseria de sus relaciones amorosas. La última novela de Doris Lessing, sin embargo, está bien lejos de sus primeras novelas. Ella tiene derecho a elegir el cambio. Pero el concepto rebeldía me parece ya algo etéreo y excesivo. Por fortuna no es la última rebelde.

jueves, 10 de abril de 2008

Abortar en España

La ley de despenalización del aborto ha concitado más consenso que rechazo. En principìo, es una ley equilibrada que permite el aborto voluntario en tres supuestos más que razonables: violación, malformación del feto y peligro para la salud de la madre. Al mismo tiempo, el supuesto que alude a la salud de la madre, física o psíquica, es lo bastante amplio como para que haya sido invocado por mujeres en diferentes circunstancias. En este momento, sin embargo, se ha generado un debate sobre si esta ley cumple todas las expectativas o está siendo aplicada de forma adecuada.
Se puede estar en contra del aborto y a la vez reconocer la necesidad de una ley que garantice el que la mujer que necesite interrumpir su embarazo pueda hacerlo en condiciones sanitarias seguras y con la certeza de que su intimidad va a ser salvaguardada. Sin embargo, esto no se está cumpliendo en todos los casos: causa estupor que sectores de la sanidad pública se escuden en la objeción para no atender y dar salida a casos de raíz médica o de envergadura social: malformaciones del feto, gestantes menores o inmigrantes, por señalar sólo algunas circunstancias. Este filtro retrasa decisiones y fuerza a que determinadas mujeres lleguen a la sanidad privada en un estado de gestación innecesariamene avanzado.
Al mismo tiempo, otras se aprovechan de la amplitud del supuesto que ampara la salud de la madre para plantear la interrupción en los últimos tramos de su embarazo. Salvo los casos realmente médicos, el sistema debería garantizar y procurar que las interrupciones se realicen lo antes posible, en los dos o como mucho tres primeros meses. La ley francesa es un buen modelo.

miércoles, 2 de abril de 2008

Carlos Morla Lynch de paseo con García Lorca

Al escribir mi ensayo Mujeres de la posguerra, supe por primera vez, en medio de la bibliografía que manejé, o que cité, de Carlos Morla Lynch. En un principio se me antojó un personaje misterioso, con un toque cosmopolita que transmitían desde el primer instante sus apellidos. Años después, al escribir la historia de las hermanas Constancia y Marichu de la Mora Maura (La roja y la falangista. Planeta, 2006), volví a tropezarme varias veces con citas de Morla Lynch. Había sido un testigo clave de la vida cultural de la España de los años treinta, el periodo más significativo en la biografía cruzada de ambas hermanas. No pude, sim embargo, entonces, acceder directamente al libro. No renuncié a su lectura, tarea que me apunté para llevarla a cabo cuando hubiera mejor oportunidad. El momento ha llegado. Ahora acaba de publicarse una reedición de sus Diarios íntimos, un acierto sin duda de la editorial Renacimiento. Por fin puedo leer -de hecho estoy leyéndolo- los apuntes e impresiones del hospitalario y erudito diplomático chileno durante su estancia en España.
En España con Federico García Lorca, que lleva como subtítulo Páginas de un diario íntimo, 1928-1936, recoge el acontecer cultural, social y político de los últimos años de la monarquía de Alfonso XIII y la etapa de la II República. Morla Lynch (Santiago de Chile, 1885-Madrid, 1969), fue el observador privilegiado que acompañó no sólo a Federico García-Lorca por España, sino el anfitrión y excelente conversador de toda la generación del 27 (desde Luis Cernuda a Pedro Salinas o Manuel Altolaguirre) además de Lorca. Las puertas de su casa madrileña estaban abiertas a intelectuales y artistas y él mismo frecuentaba la atmósfera literaria y social que bullía en la capital y en otros lugares de España. La liberal condesa de Yebes, Carmen Muñoz, una figura central en la España de la República por su tolerancia y su capacidad para ser ser amiga de García Lorca y al mismo tiempo de Marichu de la Mora o Dionisio Ridruejo, siendo ella misma, es decir, sin tomar partido por unos u otros, fue otra de las figuras interesantes que Morla trató con asiduidad. Sus Diarios reflejan con honestidad ese tiempo prodigioso que acabó siendo terrible, devastador. Morla presenció también el estallido de la Guerra Civil. La muerte del gran amigo, el crimen inexplicable, el asesinato, en fin, de Federico, forma parte de las últimas notas de un Morla, anodado, destruido él también por ese dolor inesperado que no se puede entender. Morla caminaba por la plaza Mayor cuando se enteró del crimen.
Sin duda un libro interesante y clarificador. Renacimiento ha añdido además textos que no aparecían en la anterior de los años cincuenta, al haber sido mutilados los diarios por la entonces sempiterna censura franquista.