jueves, 27 de marzo de 2008

Guerrillas contra gitanos

Una vergüenza la cruzada anti-gitanos en Galicia. Lo leo en EL PAIS y la información me desasosiega. Algunos vecinos, de clase trabajadora, han llegado a atemorizar y a cambiarles las cerraduras a tres familias realojadas para echarles del barrio. Qué valientes. Pero no son racistas. Lo que están es contra la droga, dicen. Y ya se sabe que Todos los gitanos están en la droga... ¿También las mujeres que contra viento y marea crean sus pequeños puestos y empresas y llevan sin desmayo a sus hijos a la escuela para que tengan cultura? Los payos en cambio, de drogas, nada, no, por supuesto... ¿Por qué no llaman al Ku Klux Kan, en paro ahora en Estados Unidos para que les eche una mano? Esta gente que tiene derechos y cuenta con igualdad de oportunidades, ¿se las niega a los más débiles aunque sólo sea desde el punto de vista educativo? ¿Tan mala es la idea de sus regidores de integrar paulatinamente a estas bolsas de pobreza repartiéndolas en habitáculos humanos? Si tanto les importa la droga, ¿por qué no se van a manifestar contra los capos que cuentan con yates y chalés? ¿O es que quieren que nada cambie y que esos gitanos de 8 o 10 años que habitan hoy chabolas se perpetúen en el mismo caldo de cultivo a fin de marcar guetos y tener así a mano unos enemigos a los que demonizar?

martes, 25 de marzo de 2008

Clarice Lispector


A primeros de marzo participé en un coloquio de escritoras sobre tres mujeres, dos de ellas creadoras, Clarice Lispector y Alejandra Pizarnik, y una ensayista, crítica y política, Margarita Nelken. No se trataba ni se trata de compararlas, pero más allá de la atormentada Pizarnik y de la incendiaria y a la vez maternal voz de Nelken, una intelectual ganada por la causa de los trabajadores y campesinos, Lispector encarna para mí el esplendor literario, la revelación de la escritura como poderosa herraminenta para construir y deconstruir una historia. ¿Cómo escribe la autora de Aprendizaje o el libro de los placeres? Se ha dicho que recuerda a Marguerite Duras, pero con una voz que se desliza por el texto como un desmayo, como una búsqueda, una indagación. Es un aliento literario y a la vez místico, la mística del descubrimiento de la identidad fragmentada y reconstruida. Ya dijo Soledad Puértolas, que sus textos, sus frases, y sus novelas, eran no sólo narrativa, sino iluminaciones.

martes, 18 de marzo de 2008

Leo a Coetzee

Leo a Coetzee. Leo Foe. Es decir, leo a Coetzee. Una novela corta y poco complicada. Pero es Coetzee en estado puro. Y leo y sueño. Y me basta.

miércoles, 12 de marzo de 2008

Cuando l@s niñ@s no vienen de París

Vivimos entre libros. Nunca demasiados, aunque sean demasiados los que no podemos o a veces no queremos leer. Nos quitan cierto tipo de vida y a la vez nos la devuelven multiplicada. Por eso mismo, hay ciertos libros útiles que sin ser literatura, nos ofrecen alguna clase de placer o de saber. Hoy he recibido uno: Cuando l@s niñ@s no vienen de París. Se refiere a la adopción y a los retos que plantea. Un asunto privado que cada vez tiene más relieve público: en la escuela, en el parque, en las amistades. Muchos son los libros que se han escrito sobre este asunto, la mayoría para explicar a los aspirantes a padres los pasos del proceso adoptivo. Este pretende orientar y enumerar recursos para familias y niños que siendo esencialmente eso, padres y madres e hijos, se encuentran atareadas en estrechar apegos y vínculos en la nueva vida emprendida de forma conjunta. No es un libro de autoayuda, es un libro feliz, en cuanto que dará esa pequeña felicidad que conlleva autoestima, bienestar y esperanza. Esa pequeña felicidad que crea adicción y que, al final, constituye la suma de felicidades que alegran el oficio de vivir.

viernes, 7 de marzo de 2008

Elegir y elegir

He aquí en ciernes una elección. No hay dilema, aunque el acto de elegir lleve consigo siempre alguna duda. Aquí el dilema es muy ligero, inexistente. Hay que elegir entre dos hombres y sus respectivos programas, y ambos no son precisamente unas lumbreras. Tienen defectos, y algunas virtudes, pero ni ellos ni sus objetivos son equiparables. Hay un apreciable desnivel. Uno de ellos quiere revalidar su puesto: ha cometido errores, ha improvisado en más de una ocasión, pero su balance no es, finalmente, negativo. ¿Y el otro, qué ofrece? Durante varios años ha estado diciendo No a todo lo que hacía el otro. No ha habido ponderación, ni medida. Cambiar para ir a mejor, es lógico; cambiar para dejar lo andado e ir, supuestamente, al camino opuesto, ¿tiene sentido?
No es una elección atractiva, pero al mismo tiempo es necesaria.
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Entiendo que haya una visión conservadora de la vida. Entiendo que haya ciudadanos con una visión de derechas. Pero, ¿por qué han crecido últimamente las posturas ultramontanas en todas o casi todas las facetas? ¿A quiénes les interesa que aumente el sectarismo? Por ejemplo, ¿qué les pasa ahora con Educación para la Ciudadanía? Vivimos una época intolerante, asistimos a un reverdecer de un racismo de baja intensidad o blando, justamente cuando la ciencia ha demostrado que el concepto racial es obsoleto, y la igualdad legal y pública entre hombres y mujeres no se ha interiorizado en determinados sectores. Entonces, ¿por qué no se puede enseñar esta asignatura, tan necesaria, en los colegios? ¿Sólo pueden enseñar normas de convivencia los padres?; ¿sólo puede enseñar moral la Iglesia (¿y qué Iglesia?, porque la única que hace ruido ahora es la ultraconservadora; si el padre Llanos resucitara se moriría de pena, y probablemente le ocurriría lo mismo a Juan XXIII). ¿No se puede sumar la formación de los padres, más la ciudadana, más la religiosa quien así la quiera? En fin... Las visiones pueden ser diversas, infinitas, pero si al final se suman y todas las que proceden de una misma posición son descalificadoras o intransigentes, habrá que preguntarse adónde quieren ir los conservadores y lo que es más grave, adónde quieren llevar a sus conciudadanos.