Es curioso que a pesar de tantos avances democráticos y jurídicos, de pronto nos encontremos con incongurencias y déficits legales que se traducen en que la vida de algunos niños sea un infierno. Me refiero al hecho de que un padre que ha abusado o violado a un hijo siga teniendo la patria potestad sobre él. Se entiende que pudiera tener alguna clase de responsabilidad económica sobre él, pero en ningún caso ninguna potestad. El sentido común dice que esa patria potestad debería cesar una vez que ha sido condenado por ese delito que demuestra que padre, lo que se dice padre, no ha sido nunca.
No es así, al parecer la madre tendría que entablar un proceso judicial para que ese padre perdiera la patria potestad... Mientras tanto, puede ejercer de padre.
Es un reto más que tienen ante sí gobernantes y legisladores.