Vi hace días la película En el valle de Elah.
Interesante. Aunque quizás su argumentación sea más emotiva que racional. Y con un final demasiado moralista. Pero ése es su valor: un punto de vista sobre la guerra como ácido corrosivo no sólo para sociedad civil sino para el ánimo de los soldados. Lo que más me gustó: su tonalidad de grises, dentro del contundente alegato antibelicista a através de la transformación de jóvenes soldados más o menos inteligentes o más o menos estúpidos en una criaturas monstruosas.