miércoles, 6 de mayo de 2009

La verdad y la impostura

Es un error pensar que los buenos siempre ganan. O que la verdad al final triunfa. O que quien miente es desenmascarado. Sólo los niños creen que eso es así. La vida es pura incógnita. La moral y la vida no siempre van juntas, tampoco la justicia y la verdad se dan siempre la mano. A veces no se descubre la verdad simplemente porque no interesa ahondar, ni profundizar; otras simplemente se da por buena la mentira.
La bondad, unida a la inteligencia, qué duda cabe que ayuda a ser feliz, pero no a ganar. A estas alturas ignoro si la mentira además de dar dinero a quien la practica o de confundir a quien observa o juzga, proporciona alguna clase de felicidad. Quiero creer que no, confío todavía en que quien miente o deshonra para ganar sea consciente del mal cometido. Quiero creer aún que ese mal no puede quedar impune. La literatura a menudo nos da ese consuelo. Hay muchos finales no felices que sin embargo, desenmascaran en la última frase al impostor. A veces lo vemos también en la vida misma.