"¿Qué es un libro que no se lee? Algo que todavía no está escrito" (Maurice Blanchot)
Pregunta y respuesta irreversibles, sin vuelta de hoja. Por el mnundo pululan libros fantasmas que no existen para aquellos que no lo han leído. Obvio, sí, pero terrible. Pienso en los libros que amo y que es como si no existieran para tantos con los que me cruzo. Pienso en los libros que mis amigos escritores o mis autores más admirados (algunos son los mismos, afortunada que soy) escriben o han escrito y que siendo tan reales (están en las librerías, en las bibliotecas o a veces en las editoriales, a punto de salir o de ser reclicados en serrín) para algunos no existen. Pienso, desde luego, en mis propios libros, condenados a la caducidad, tan vivos para mí y a la vez tan invisibles e inexistentes para un alto porcentaje de la población...
¿Significa eso que no escribamos más? No, desde luego. ¿Que no seamos más que una hoja, una brizna o un aleteo los humanos, escritores o no? Pues sí, bueno, y qué?
Significa que todavía hay mundos y libros que nos esperan. Novelas de Coetze, de Rodoreda, de Natalia Ginsburg, de Faulkner, de Virginia (Woolf, of course), de Henry James, de Borges...
Libros que empezarán a existir para decenas, centenares de lectores mientras escribo y termino esta frase.