martes, 19 de febrero de 2008

Decepciones aquí. Luz en el Reina

Decepciona que revienten las palabras a Rosa Díez, una mujer digna, a pesar de que su juego dentro de su partido madre, el socialista, haya sido sea discutible. Decepciona que quiten la palabra, sea a quien sea. Estos gestos de chicos que quieren rebelarse contra algo, ahora el españolismo, desbordan formas: mejor siempre la tolerancia.
Decepciona que el PP achaque estas salidas de tono a Zp. Pero bueno, es que ésa ha sido su tónica. Aznar dejó muy crispados a los nacionalistas, en un puño quizás, a punto de estallar. Zp intentó planificar y elaborar un nuevo mapa y tal vez se pasó de listo (¿o de ingenuo o de inexperto?) pero su opción era tan legítima y tan eficaz para cohesionar el Estado como la de cualquier gobernante, elegido además para gestionar esta legislatura que acaba. Es cierto que algunos nacionalistas, siempre voraces, nunca se dan por satisfechos, piden más, y el tremendismo del PP les da la excusa para reaccionar. Sin embargo, los modos en política, son también el fondo, y el respeto y la educación son elementos que dan fuerza a las propias convicciones. Los malos modos, por el contrario, las aflojan, porque detrás suele haber más cabreo que certezas.
Decepciona que Kosovo, acuñado en el horror, la violencia y las violaciones, sea ejemplo o camino. Es la independencia a cualquier precio, cuando se tiene ya esa independencia en la mano, basta con saber usarla y respetar a los demás, dentro de unas mínimas reglas de juego. Kosovo independiente es un boceto de país en la incubadora, un caro capricho de Estados Unidos. ¿Le dirá por fin algo Aznar a su amigo George (Bush) o mejor dedicarse a dar conferencias y a asesorar aquí y allá?


Pero la vida tiene otras caras, y ver la exposición de Picasso en el Reina Sofía es un placer, un privilegio compartido. Ahí está toda la cocina e ingeniería del artista. Su gloriosa cronología, su heroica plasmación del Guernica. Y además de su obra, salta su vida, sus mitomanías, sus amores. De las mujeres del genio me gustan F. Gillot y Dora Maar. Gillot fue sin duda la más autónoma, la mujer que no quiso ser satélite. Pero Dora... Dora es, para mí, la más interesante. Sus fotografías, su compromiso con la España leal en tiempos de la República, su pasión por el Guernica y no sólo por Picasso, me hacen pensar que fue grandiosa.