lunes, 11 de febrero de 2008
Expiación. Explicación
Recomiendo, si es que vale recomendar algo a estas alturas, la película Expiación. Pasé unos momentos estupendos, fascinantes incluso, viéndola. Mereció la pena esta vez pasar por todo lo que precede a ir al cine en una gran ciudad: ajustar horarios y hacer colas a pesar de buscar una sesión poco masificada. Buena historia, contada en tiempos distintos, algo lógico en parte en un guión adaptado de novela, a pesar de que no siempre ocurre así. Espléndida narración cinematógráfica y dramática historia sin duda, en un escenario de campiña inglesa que oculta en su bello paisaje, el desencadenante del mal. En este caso, no exactamente la maldad que nace de la supuesta inocencia de una jovencita, sino de su inmadurez. Así, el título, además de expiar el mal, incluye la explicación de ese mal capaz de romper de cuajo un destino y dejar herida una pasión amorosa. Honda pasión que se siente y se palpa a través de sus magníficos protagonistas.