Hace tiempo que me interesa la figura de Dora Maar. Como fotógrafa, como amante de Picasso y, sobre todo, como colaboradora (casi) esencial en la génesis y difusión del Guernica. Dora Maar fotografió paso a paso la creación del cuadro que las autoridades de la II República española encargaron al pintor malagueño. Y, además, sus ojos están presentes, multiplicados, en muchas de las figuras dolientes y desgarradas del Guernica. Su llanto es el llanto de Dora Maar.
Acabo de publicar su semblanza en la revista CLARÍN (Oviedo), en el número 107, correspondiente a septiembre-octubre.
En un año en que se ha hablado de hacer una película sobre el Guernica (de momento paralizada), un documental en el que no podía faltar su evocación. Y en el que ha aparecido en Circe una biografía sobre la fotógrafa elaborada por la crítica de arte Victoria Combalía. Una puesta en día de datos y noticias sobre Dora Maar que se suma a los estudios ya publicados, entre ellos un volumen bien ilustrado publicado en Destino.