Juan Larrea, espíritu libre, es rescatado del olvido con Poesía y revelación, que acaba de publicarse. El hispanista Gabriel Morelli considera que esta recuperación cubre el «vacío» existente en la obra de Larrea, una de las figuras más sugestivas de la Generación del 27. Desprendido, austero, místico y a la vez comprometido con su tiempo, Larrea es a la vez un poeta atípico y necesario en ese universo privilegiado que fue La Edad de Plata.
Con motivo de esta recuperación literaria se ha contado una anécdota de sus años de exilio (tras la derrota republicana) que define al hombre: devolvió integro un giro que le envió Buñuel por no estar de acuerdo con la propuesta de su amigo. Esta coherencia tiene aún más valor si se añade que en ese momento Larrea tenía que encargarse de la educación y manuntención de su nieto y le venía muy bien el dinero.
La necesidad es crucial, pero el espíritu siempre exigirse volar más alto.