miércoles, 31 de diciembre de 2008

Zuzagoitia sí. Isabel de Palencia también

Juana Vázquez acaba de reivindicar la figura de Julián Zuzagoitia y otros escritores de los años treinta del siglo pasado, como precursores del realismo social. Es algo muy oportuno. Entre esos escritores que cita, algunos más cercanos al documentalismo que a la ficción cabría incluír a Isabel Oyarzábal, que en su novela En mi hambre mando yo, combina de modo transversal, una interesante historia de amor con un discurso socialista de reparto de tierras frente al hambre atroz que asolaba a la España campesina en esa década. Una injusticia a la que se añadió la barbarie de la Guerra Civil.