Paradojas: los cincuenta años de la publicación del Diccionario de María Moliner (el DUE) están contribuyendo de forma indirecta a que se hable de mi biografía sobre la lexicógrafa ("El exilio interior, la vida de María Moliner", Turner, 2011 y 2012). Y también la ópera María Moliner, que acaba de estrenarse en el teatro de la Zarzuela de Madrid. Suelo difundir todo lo que concierne a María Moliner y me he hecho eco de esta ópera, un proyecto del escenógrafo Paco Azorín en el que no participo. Así me lo comentó cuando él y su equipo más estrecho me pidieron una entrevista en 2011 para hablar de María Moliner y comentar algunos episodios de su vida.
En aquel momento me sentía un tanto escéptica ante un proyecto musical tan alejado, en apariencia, de la vida y la peripecia de una mujer estudiosa y tenaz como María Moliner, pero Paco Azorín tenía la determinación de llevarlo a cabo y contaba ya con el compositor, la mezzosoprano y la libretista. Y me he alegrado de que al fin haya salido adelante esta ópera peculiar sobre Moliner que no se sustenta solo en el canto sino en la palabra en todas sus expresiones. Solo el hecho de haberlo intentado y conseguido merece mi felicitación a sus impulsores. Otra cosa es que yo me sienta identificada con el libreto o que recoja de forma literal la información sobre Moliner que yo vierto en mi libro.
Esta mañana me ha sucedido algo curioso: una persona que escribe en prensa -y de la que tengo referencias aunque no la conozca personalmente- me ha mandado un correo diciéndome que había visto la ópera y que quería hacerme una consulta. Me dejaba su teléfono, pero yo no podía llamarla en ese momento, el final de la mañana. No me decía que quería hablar de mi libro ni hacerme una entrevista, sino una consulta, al parecer relacionada con la ópera. Le he respndido que si le venía bien me llamara a primera hora de al tarde. Pero ella no podía a esa hora y me ha hecho una pregunta por correo: si había colaborado con el libreto de la ópera. Y naturalmente le he contestado que no he colaborado en absoluto Una cosa es que se hayan documentado en mi libro sobre Moliner y otra que hayan hecho una traslación de la biografía a la ópera. Son proyectos distintos. Ni siquiera se ha dado una colaboración profesional. Si se tratara de una novela, es decir, una invención del autor, sí sería exigible llegar a un acuerdo y tener en cuenta os derechos de autor. Al tratarse de un ensayo biográfico, la documentación está ahí, al alcance del lector.
En consecuencia, no soy ni autora ni coautora del libreto, y así se lo he contestado a quién me hacía esa consulta (que luego he visto publicada en un blog): "No he colaborado en el libreto para nada. Simplemente el proyecto de Paco Azorín, el director de escena, surgió después de publicar yo "El exilio interior, la vida de María Moliner" y él y su equipo se lo leyeron para documentarse. Es decir, la ópera no se basa en mi biografía de forma fiel, solo han tomado datos de la vida de Moliner para ofrecer su visión y realizar su propio montaje".