Cito el primer párrafo del retrato de Isabel de Oyarzábal que aparece en Las republicanas "burguesas":
Hay vidas que además de ser lo que son, evocan atmósferas colectivas.
Con sólo nombrarlas se puede captar el sentir de su
generación. Su propia historia se nutre de trazos generacionales
comunes en los que confluyen otras peripecias vitales. Isabel
Oyarzábal Smith (Málaga, 1878-México, 1974), conocida como
Isabel de Palencia tras adoptar el apellido de su marido, o como
Ella Palencia dentro de su círculo íntimo, formó parte de la minoría
de mujeres que alcanzó relevancia durante la Segunda República,
a pesar de que desde un punto de vista biográfico se la
podría situar en una generación anterior, la del 14 del siglo XX. O
incluso con algunas reminiscencias de la del 98.En el fondo, hubo
muchas mujeres e identidades en Isabel o Ella Palencia. Tantas
que hasta utilizó el seudónimo de Beatriz Galindo para firmar
las Crónicas Femeninas que publicó en El Sol. La suya fue una vida
intensa, versátil y difícil de clasificar. Ya desde su juventud experimentó
una especie de carrera contra reloj para llevar a cabo sus
múltiples proyectos. Su biografía sugiere que hubo otras formas
de ser mujer en España en el primer tercio de siglo XX.