miércoles, 23 de marzo de 2011

Una "sentada" en el patio por María Moliner


Me lo contaron hace una semana, en un pequeño encuentro entre periodistas y escritores para presentarles "El exilio interior. La vida de María Moliner" (Turner), la biografía sobre la autora del DUE que acabo de publicar. En noviembre de 1972, cuando se supo que María Moliner no había sido elegida miembro de la RAE, un grupo de alumnas de un instituto gallego protestó. Y lo hizo de una forma acorde con la época: decidieron hacer una sentada en el patio y no entrar en clase, imagino que animadas por una profesora o tutora de Lengua y Literatura igualmente contestataria. No conocí esta anécdota durante la preparación del libro. Como suele suceder, es ahora que ya está escrito, cuando llegan detalles que lo habrían enriquecido. Ignoro si este acto de protesta pacífico se repitió en otros institutos o universidades. Lo que sí sé es que la decepción e indignación fue bastante amplia. Sin duda, Moliner merecía estar en la Academia. Es cierto que los académicos eligieron a un lingüista innovador, Emilio Alarcos, pero los que lo presentaron al mismo sillón al que optaba la candidatura de Moliner no estuvieron a la altura de las circunstancias. Menos aún tuvieron visión de futuro.