lunes, 11 de agosto de 2008

Pinceladas

La creación es un misterio. Sí, claro. Leo el comienzo de los diarios de Katherine Mandsfield y cuesta extraer sustancia. De momento, sólo es la lucha diaria por vivir, por acontecr. De vez en cuando una perla, pero no pierdo la esperanza.

Vivir no sólo cansa, sino que ocupa. Tantos trámites, tanta letra pequeña, tanta pequeña estafa en actividades perfectamente legales... Por ejemplo, Teléfónica, dicen que de las compañías más legales. Pero resulta que te ofrecen un ruter (perdón si no lo escribo correctamente) para el ordenador, para tener banda ancha y pagar menos, pero no te dicen que tu ordenador tiene que ser de los últimos años, con determinadas características, y te envían el dichoso ruter de forma estandarizada y cuando ellos dicen, porque si no aceptas que te lo hagan llegar tal día tienes que iniciar el proceso, y llega un mensajero cuando estás trabajando o de viaje, lo recoge el portero por ejemplo, y lo desembalas tres días después, o en fin de semana... Y cuando compruebas que es complicado, o que no se adapta a tu máquina y llamas, él técnico te sigue hablando en una jerga que no captas, y el de Atención al cliente te despacha con frases estereotipadas, no acepta quejas, no puedes devolver el ruter porque tienes que hacerlo en los cuatro días siguientes (pero es que piensan que no tienes otra cosa que hacer en la vida?) a recibirlo, y tampoco te borran de la banda ancha (que no puedes usar) porque te has comprometido por un año a la tal oferta y debes pagar una penalización si rescindes el contrato... ¿Abuso de poder? ¿Por qué esta gente te hace sentir que eres estúpida aunque tengas tus buenos años? No te dicen que no todos los ordenadores se adaptan al ruter o viceversa, te obligan a lo de los cuatro días, y luego dicen que te has comprometido durante un año. Pero ¿y la verdad, no cuenta?

En Denia, además de Las Marinas y Las Rotes, hay otras vías, otras tentaciones. Una, es la vida, y otra, la luz. Seguiré otro día.