lunes, 30 de noviembre de 2009

¿Hasta dónde está dispuesto a mentir?

Entre los muchos correos electrónicos que nos llegan con mensajes moralistas, aleccionadores y propagandísticos, hoy he prestado atención al que una colega me ha enviado con un video. Es éste: http://video.bugun.com.tr/bugunPlayer.swf?file=dagilfilm.flv
No sé si es una cadena o quién lo empezó o lo creó. Pero ilustra muy bien el desprecio a la verdad, la falta de ética y el abuso hasta la náusea de la conocida máxima "el fin justifica los medios". Se trata aquí de conseguir la famosa foto al precio que sea. Pero no sólo se miente hasta la muerte en los medios para conseguir una exclusiva. Si sólo fueran los medios... Es cierto que los medios tienen que acreditar su prestigio.
Pero las mentiras en pos de una exclusiva sólo son la punta del iceberg de un tinglado social en el que cualquiera puede recurrir a la mentira, la insidia o la calumnia para conseguir cualquier cosa, desde lo más banal a lo más importante. Ayer estuve viendo la pelicula de Woody Allen, "Si la cosa funciona", en la que el protagonista desgrana una vez más la conocida filosofía del director neoyorkino. Entre otras ideas venía a decir que las grandes religiones (íncluidas las laicas como el marxismo) fallaban por algo que no habían previsto sus fundadores: daban por sentado que el hombre(o la mujer) eran buenos por naturaleza...
Sería muy largo discutir aquí todo esto. Pero algo es cierto: hay gente (no caeré en la simpleza de escribir "mucha" gente)que miente por todo y todo el tiempo. Gente que no va a los tribunales a defenderse o a que se esclarezca la verdad; gente que ha hecho de la mentira el modo de prosperar y de sobrevivir...Gente en suma que sólo piensa en los resultados. El modo no importa.

jueves, 19 de noviembre de 2009

"Retrato de un hombre inmaduro"


Luis Landero nos regala una nueva novela, "Retrato de un hombre inmaduro". Sin necesidad de apoyarse demasiado en estrategias mediáticas (al contrario, a veces "desaparece" de la actualidad)Landero prosigue la potente carrera que inició con "Juegos de la edad tardía", su lograda novela "revelación". El nuevo título concentra, además, suficiente ironía como para preguntarse: ¿Qué significa ser un hombre inmaduro a cierta edad? O mejor aún: ¿Qué implica ser maduro, más allá de la edad? Y extrapolando el término: "¿Cuántos de los hombres que nos gobiernan o que dirigen grandes empresas cuentan con la madurez suficiente para acometer el papel que representan? Y dando una vuelta de tuerca: ¿Se insinúa lo mismo cuando se escribe o se habla de hombre inmaduro o de mujer inmadura? ¿Hay misoginia también en esta expresión? El lenguaje es precisión (poner nombre a las cosas) pero también magia y trampa. De cualquier modo, es probable que "Retrato de un hombre inmaduro" sea algo muy diferente de lo que pensamos o proyectamos de acuerdo con el mero título. También es probable que la prosa de Landero nos redima de cualquier otra contingencia, una vez más.